Se formula por D. GLASER, quien trata de conciliar con ella la teoría del control social y los conceptos básicos de la asociación diferencial. Su postulado es muy simple: la decisión de cometer o no cometer un delito se halla determinada pos las consecuencias que el autor anticipa, por las expectativas que se derivan de su ejecución o no ejecución.
Tales expectativas descansarían en tres factores:
a) Los vínculos sociales que una persona desarrolla a lo largo de su vida. Estas ligaduras reclaman conformidad con el orden social y las expectativas de los demás, proporcionando una respuesta del individuo de acuerdo con los estándares de los otros.
b) E aprendizaje diferencial de modelos, gustos y aptitudes que determinaran si el individuo encuentra plena satisfacción con el comportamiento delictivo o con el convencional.
c) La evaluación por el proprio individuo, según sus percepciones y experiencia personal, de los riegos y perspectivas derivados de la conducta conforme a Derecho y de la conducta desviada.
En definitiva, pues, según GLASER, las expectativas deciden el comportamiento futuro. El individuo se inclina por el delito si de su comisión se derivan mas ventajas que desventajas, considerando sus vínculos con el orden social, relaciones con otras personas y experiencias precedentes. Ahora bien, tales expectativas, a su vez, dependen del mayor o menor contacto de cada individuo con los modelos delictivos, esto es, del aprendizaje o asociación diferencial.
Las teorías del control – a diferencia de las teorías socioculturales – están en condiciones de explicar el fenómeno criminal sin circunscribir su análisis a la conducta desviada de la lower class.El debilitamiento o ausencia de los vínculos básicos que unen al individuo con el orden social; el de sus grupos primarios y la consiguiente internalización frustrada de las normas y modelos de conducta; el concepto negativo de uno mismo, etc., son criterios o enfoques que pueden aplicarse, también para el esclarecimiento de la criminalidad de las clases sociales privilegiadas.
Por otra parte, y aunque algunas de sus concretas formulaciones pequen de abstracción e insuficiente respaldo empírico, lo cierto es que muchos de sus conceptos y postulados si son, al menos, susceptibles de cuantificación y constatación. Lo que no puede afirmarse de importantes proposiciones estructuralfuncionalestas, por ejemplo.
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