jueves, 13 de octubre de 2016

Teoría de Control Interior Reiss

Las llamadas teorías del control plantean el problema de la desviación criminal en otros términos: si todo individuo cuenta con el potencial necesario para violar las leyes y la sociedad le ofrece numerosas oportunidades para hacerlo, ¿Por qué, pues, muchos de ellos las obedecen?
Para la teoría criminológica clásica, la respuesta se encuentra en el miedo al castigo, elemento básico del control social. Los teóricos del control, sin embargo, acudiendo a un análisis sociológico, ven en el miedo al castigo solo uno de los muchos vínculos del individuo con el orden social: no el ultimo ni el prioritario. El individuo evita el delito –aseguran- porque es el primer interesado en mantener un comportamiento conforme a las pautas y expectativas de la sociedad; porque tiene una razón actual, efectiva y lógica para obedecer las leyes de ésta: la comisión del delito le depararía mas inconvenientes que ventajas.
Por sus conexiones con el Psicoanálisis y l Cibernética, la teoría del control interior de A. J. Reiss guarda un estrecho parentesco con la de RECKLESS, incluso en sus carencias, ya que trata de fundamentar el proceso de formación del (yo), del concepto de uno mismo, sin excesivo respaldo empírico.
Como teórico del control, REISS rechaza los dos sub modelos explicativos de la conducta criminal mas usuales: que esta provenga de la presión que ejercen en el individuo determinadas estructuras o condiciones sociales; o que el proprio desviado, en virtud de un proceso de atracción o identificación con los valores delictivos, aprenda estos, los asuma.
Por el contrario, REISS contempla la delincuencia como resultado de una relativa falta de normas y reglas internalizadas, de un desmoronamiento de controles erigidos con anterioridad y/o de un conflicto entre reglas y técnicas sociales.
La desviación social es entendida como la consecuencia funcional de controles personales y sociales débiles, de suerte que el control personal solo se contempla como el aspecto internalizado del control social. El reconocimiento del grupo delincuente como instancia de control para el proprio obrar lleva a la negación de las normas de la sociedad entera. REISS atribuye la conducta delictiva a un fracaso del grupo primario; en primer término, a un fracaso de la familia, que no ha conseguido proporcionar al niño papeles sociales adecuados y hacer compatibles estos papeles con sus necesidades, con la ayuda del control social. Así explica el hecho de que hijos de familias con concepciones sociales contradictorias se hagan criminales o hasta reincidentes con mucha mayor frecuencia que los de familias bien integradas. El fracaso de estas personas lo deduce, entre otras causas de un (yo) o un (super-yo) muy poco pronunciados en ellas, de una base moral o control interior escasos, respectivamente. Como control interior debe comprenderse, en este contexto, la medida efectiva de la internalización de concepciones de valores de normas reconocidas.

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