jueves, 13 de octubre de 2016

La Teoía de la Asociación Diferencial

La teoría de la asociación diferencial fue elaborada en 1924 por Edwin Sutherland, quien la sustentó en su libro “Principios de criminología”.

La desorganización social, como su propio nombre lo indica, correlaciona el delito con el estado de descomposición, abandono, crisis o transición de una sociedad. No resultará curioso, entonces, que la desorganización social desemboque en la organización y asociación diferenciales, como herencia de la Escuela de Chicago que recibe Edwin Sutherland, para quien el comportamiento delictivo es siempre un resultado del aprendizaje17 por la experiencia, adoptado en grupos primarios, en la medida en que en ellos exista una mayoría de definiciones favorables expresadas en motivaciones, formas de percepción y actitudes; estos esquemas de conducta se transmitirían de persona en persona. 

Sutherland desarrolla su teoría utilizando las variables intimidad, frecuencia, duración, prioridad e intensidad que serían las implicadas en el proceso de aprehensión de la conducta desviada, resultado de la integración con otras personas, en un proceso de comunicación y dentro de un grupo con relaciones personales estrechas. Sutherland sostiene que la conducta desviada se aprende en un plano que comprende las técnicas del crimen y la específica canalización de motivaciones, impulsos y actitudes que se traducen a través de una evaluación de los códigos; consecuentemente, gran parte del crimen se debería a la desorganización social, sustituyendo ese término por el de asociación diferencial, por cuanto la primera terminología no resultaría plenamente satisfactoria. Sutherland resumió en nueve ideas las bases de su teoría de la “asociación diferencial”: 

1. La conducta criminal se aprende. 
2. Se aprende en interacción con otros sujetos a través del proceso de comunicación. 
3. La parte principal del proceso de aprendizaje, es decir, aquélla en que se adquiere la conducta criminal, se realiza en el seno de las relaciones más íntimas del individuo con sus familiares y allegados. 
4. El aprendizaje de la conducta criminal incluye el de las técnicas de comisión del delito, así como la orientación específica de móviles, impulsos, actitudes y la misma racionalización de la conducta delictiva. 
5. La dirección específica de motivos e impulsos se aprende de las definiciones más variadas de los preceptos legales, favorables o desfavorables a éstos. 
6. Una persona llega a ser delincuente cuando las definiciones favorables a la violación a la ley superan a las desfavorables (por sus contactos diferenciales aprendió más modos criminales que respetuosos de la ley). 
7. Las asociaciones diferenciales del individuo pueden ser distintos según la frecuencia, duración, prioridad e intensidad de los mismos. 
8. El proceso de aprendizaje corresponde al de todos los mecanismos inherentes a cualquier proceso de aprendizaje. 
9. Si bien el comportamiento delictivo es una expresión de necesidades y valores generales, sin embargo, no puede explicarse como concreción de los mismos pues también la conducta conforme a la ley responde a idénticas necesidades y valores. Esta teoría identifica la conducta desviada dentro de ciertas zonas de la ciudad, toda vez que tratándose de una conducta subcultural se aprende en los grupos sociales que viven en zonas de transición. 

La asociación diferencial tendría lugar también en zonas residenciales pero esta teoría no puede explicar el motivo por el cual algunas de las personas que han vivido en la misma zona, con los mismos contactos y el mismo nivel de estratificación, no pertenecen al mismo sistema delincuencial (caso típico de las familias con un miembro drogadicto), ni tampoco han resultado fáciles de verificar las variables implicadas en el proceso de aprehensión. Los criterios básicos de esta teoría se pueden resumir en los siguientes: 

a) El proceso de génesis de la conducta criminal es similar a la conducta convencional (no criminal). b) La conducta criminal sistemática se aprende por el proceso de asociación o comunicación con aquéllos que cometen delitos; mientras que la conducta ajustada socialmente surge de la asociación con aquellos que se adecuan a la sociedad. 
c) La asociación diferencial es el proceso causal de la conducta criminal sistemática. El comportamiento delincuencial se aprende mediante la asociación o sobreabundancia de asociaciones con pautas criminales; se aprende, sobretodo, en el interior de un grupo de relaciones personales y no por medios impersonales. 
d) La oportunidad de que una persona participe en una conducta criminal sistemática, está en función de la frecuencia y la consistencia de sus contactos con comportamientos criminales. 
e) Desde que existe una conducta criminal y otra convencional, el conflicto cultural es la causa que subsiste en la asociación diferencial y en la conducta criminal sistemática. Sheldon Glueck consideró que ésta teoría era muy simple para servir de ayuda en el tratamiento y en la prevención de la criminalidad. Di Tullio, objeta esta teoría pues “no da ninguna explicación de la respuesta diferencial de aquéllos individuos que aun al estar predominantemente expuestos a asociaciones de tipo criminal, no cometen delitos”. Del mismo modo Manuel López Rey afirma que esta teoría de la “desorganización-organización y crimen, no pasa de ser un postulado excesivamente general con escaso fundamento tanto en lo sociopolítico y económico como en lo criminológico”. 

Kaiser señala que esta teoría no explica el delito de los contraventores ajustados socialmente, que el mismo Sutherland excluye, al pretender explicar sólo la criminalidad sistemática. Aunque Sutherland se refiere a la delincuencia en general, suponemos también que este fenómeno se realizaría solo en las grandes urbes y entre los varones, descartándose esta realidad en el caso del sector rural y de las mujeres. 
Percibimos entonces que se trata de una teoría que explica un solo tipo de delincuencia, la delincuencia urbana masculina; así como un solo aspecto de ella, la participación en grupos delictuales y aspectos del aprendizaje delictual. En síntesis, esta teoría no llega a explicar la variedad de conductas criminales que se producen fuera del entorno conflictivo, esto es, las conductas delictivas surgidas sin ninguna asociación criminal. Además pone énfasis sólo en como se transmite el delito, pero no precisamente como se originan los conflictos culturales ni la desorganización social preexistentes, que vendrían a ser los factores de fondo que requieren de una explicación previa.

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